Con más de 482 kilometros de costa, Oaxaca es uno de los destinos de playa más subestimados de México. Si bien la ciudad capital incrustada en las montañas merece su fama por su cultura, historia y cocina impecable, la costa de Oaxaca también ofrece a los viajeros paisajes espectaculares y pueblos de playa.

Desde Puerto Escondido y una serie de pueblos de pescadores conocidos como la Riviera Oaxaqueña, hay muchas aventuras por vivir, sin mencionar fantásticos restaurantes y lujosos hoteles que vale la pena explorar. Con caminatas al atardecer, lagunas resplandecientes y olas rugientes, un viaje por carretera en Oaxaca es la mejor manera de explorar la salvaje costa del Pacífico de México.

Puerto Escondido

Con su propio aeropuerto, Puerto Escondido es una de las principales ciudades de la costa y un popular lugar de vacaciones para los mexicanos de todo el país. Con enormes olas que atraen a los surfistas en Playa Zicatela, miradores románticos en Playa Carrizalillo y una animada escena de bares y hostales en La Punta, hay algo para todos.

Laguna de Manialtepec

A solo 14 kilómetros por la carretera de Puerto Escondido, la Laguna Manialtepec está lo suficientemente cerca para un viaje corto de un día. Un ecosistema definido por su mezcla de selvas y manglares es un entorno increíble para observar aves y otros animales salvajes mientras disfruta de una comida en uno de los restaurantes en los muelles. Sin embargo, es durante la noche cuando comienza el verdadero espectáculo.

La laguna alberga un tipo especial de algas bioluminiscentes que brillan por la noche. Dado que el efecto solo se activa con el agua en movimiento, hay viajes en barco que puedes hacer para tener una experiencia más cercana. El mejor momento para ir es durante la luna nueva cuando no hay demasiada luz que interfiere. Ten en cuenta que, debido a la gran población de cocodrilos, los recorridos por la laguna deben estar dirigidos por un guía autorizado en todo momento.

Lagunas de Chacahua

Aún más al oeste de Puerto Escondido y la Laguna Manialtepec, las Lagunas de Chacahua son un parque nacional con un pueblo costero remoto al que solo se puede llegar cruzando la laguna desde El Zapotalito. Chacahua es un escondite de mochileros. Aquí, las playas son amplias y vacías y los alojamientos son rústicos.

Muchas de las cabañas alquilan tiendas de campaña, o puedes traer las tuyas; Las habitaciones son básicas con baños compartidos. La única excepción es Casa Tata, un lujoso hotel glamping donde cada huésped tiene una cabaña individual en la playa salvaje y vacía.

Mazunte

Viajando hacia el este, bajando por la costa desde Puerto Escondido, Mazunte es el primer pueblo de una franja de pueblos costeros que conforman la Riviera Oaxaqueña. Un pequeño Pueblo Mágico,  este pequeño destino de playa es popular para retiros de espiritualidad y yoga.

La mejor característica de Mazunte es Punta Cometa, una caminata de fácil acceso desde el centro de la ciudad y popular para ver la puesta de sol. Este pueblo bohemio tiene dos playas principales, Playa Mazunte y Playa Mermejita.

San Agustinillo

El pueblo al lado de Mazunte, San Agustinillo tiene un tramo de arena mucho más largo con más restaurantes y hoteles junto a la playa que ofrecen vistas espectaculares junto con la Calle Principal. El océano, aunque sigue siendo característicamente fuerte, suele ser mucho más tranquilo que las playas vecinas y lo suficientemente manso para nadar, navegar en kayak y surfear. Con arena dorada y muchas formaciones rocosas distantes para darle vida a la vista, esta es una de las playas más pintorescas que encontrarás en tu viaje.

Zipolite

Hogar de la única playa nudista oficial de México, Zipolite es uno de los destinos que está ganando popularidad entre los viajeros LGBTQ+.  Si bien las playas están abiertas y son gratuitas, la corriente es notoriamente traicionera y la mayoría de los viajeros deben evitar meterse demasiado en las olas agresivas. En cambio, se observan mejor desde los muchos hoteles de lujo como El Alquimista, que vale la pena visitar solo por la comida.

Puerto Ángel

Puerto Ángel es un ejemplo bien conservado de un típico pueblo de pescadores de Oaxaca que tiene un aire de historia como una ciudad portuaria que alguna vez fue bulliciosa durante el siglo XIX. Aunque tiene menos hoteles e infraestructura turística que otros pueblos de playa, su gran puerto en forma de herradura merece una parada para almorzar y tomar algo en la playa.

Veinte minutos más adelante, puedes tomar un desvío a Playa La Boquilla y pasar la noche en Bahía de La Luna, un encantador hotel ecológico de 12 cabañas con alojamiento en tres niveles diferentes. La propiedad está situada en una cala aislada libre de multitudes, además ofrece kayaks y paddleboards de cortesía.